Después de una cuantas pruebas finalmente logré hacer unos amarettis secos en casa que saben muy parecido a los italianos. Y fué un proceso un poco más lento de lo que había pensado.
Creo que aquí el problema está en que los sabores que vienen de los recuerdos de la infancia son difíciles de igualar. Resultó que éste era un caso claro. Cómo lograr repetir ese gusto a sobremesa y aroma a café recién hecho?